Los efectivos no pueden patrullar en las calles por no contar con el reconocimiento médico que les habilita al uso de armas.
Marichal: “Durante el mes de marzo los efectivos deberán trabajar desde la oficina, lo cual es muy preocupante dado que estamos en la antesala del Carnaval Internacional de Maspalomas”.
Los efectivos de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana se encuentran a día de hoy con el contrato de la mutua vencido, por lo que les es imposible someterse a las pruebas de reconocimiento médico y de revisión de armas, que les habilita para el uso de artefactos de fuego. Tal y como explica el candidato a la alcaldía de San Bartolomé de Tirajana por Coalición Canaria, Alejandro Marichal, “algunos miembros del cuerpo de seguridad se han topado con este impedimento a la hora de incorporarse tras una baja superior a 3 meses, tras la cual deben someterse a un estudio psicológico y médico para el uso de armas de fuego”.
El servicio de Contratación, órgano dependiente de Recursos Humanos del ayuntamiento, ha dejado vencer el contrato con la Mutua y se encuentra en estos momentos realizando los pliegos para la licitación del contrato por lo que “es muy probable, que durante el mes de marzo nuestros efectivos deban trabajar desde la oficina, lo cual es muy preocupante dado que el 09 de este mes comienza el Carnaval Internacional de Maspalomas y tendrá que desarrollarse con menos agentes en las calles, lo cual es muy alarmante dado que el servicio ya se encuentra con el mínimo de agentes”.
Se desconoce el motivo por el cual se ha dejado vencer el contrato sin mediar para su renovación automática, ni cuándo volverá a estar en marcha el servicio. Mientras tantos, señala Marichal, “a la inseguridad ciudadana ya palpable en las calles del municipio debido a la escasez de efectivos, se le suma la merma de personal autorizado para patrullar, justo en la antesala de la celebración del Carnaval de Maspalomas que prevé la concentración de más de 300.000 personas en las calles”. “No hay lugar a dudas, PSOE y NC no son capaces ya ni de realizar el trabajo que les viene dado, actualizar un contrato que tiene los plazos definidos no es no saber hacer las cosas, es no querer trabajar”, sentencia Alejandro Marichal.