– Este nuevo reconocimiento a la Almazara Municipal coincide con la puesta en marcha de un proyecto educativo para divulgar entre la población escolar la tradición olivarera de Agüimes. El aceite de oliva virgen extra ‘Caserío de Temisas’ ha vuelto a obtener un nuevo reconocimiento internacional, al lograr una medalla de bronce en la décima edición del Concurso Ibérico de Aceites de Oliva Virgen Extra – Premios Mezquita, organizados por la Academia del Vino de Córdoba, asociación cultural sin ánimo de lucro cuya finalidad principal es divulgar la cultura milenaria del vino y del aceite de oliva en España y Portugal. El certamen, celebrado este año en la localidad portuguesa de Beja, en el Bajo Alentejo, es uno de los más importantes del sector. El jurado otorgó a ‘Caserío de Temisas’ una valoración de 77 puntos, premiándole con una medalla de bronce en la categoría de frutado maduro. Los Premios Mezquita tienen como objetivo reconocer el esfuerzo de los olivareros y elaboradores de España y Portugal e incentivar la calidad de sus productos. También pretenden estimular la demanda y comercialización de los aceites premiados. El aceite ‘Caserío de Temisas’ se elabora en la Almazara Municipal de Agüimes a partir de las aceitunas de las variedades Verdial Huévar, Arbequina y Picual recolectadas por diferentes agricultores del municipio. Es un aceite de oliva virgen extra de calidad, con gran personalidad e identidad, que se distingue por sus aromas frescos y por su equilibrio en lo que a aroma, picor y amargor se refiere. Proyecto educativo Este reconocimiento a la Almazara Municipal coincide con la puesta en marcha de un nuevo proyecto educativo dirigido a la población escolar del municipio de Agüimes, con el objetivo de divulgar los orígenes y la historia de la tradición olivarera en el municipio. El proyecto, denominado ‘El olivo, historia de nuestras raíces’, fue inaugurado por un grupo de cincuenta alumnos y alumnas del colegio de Montaña de Los Vélez que visitaron la Almazara para conocer de primera mano el proceso de elaboración del aceite de oliva. La actividad se completó con la experiencia de plantar olivos y con una cata de aceites locales en la que, a través del juego, los escolares pudieron aprender y alimentar al mismo tiempo su curiosidad. El cultivo del olivo y el aprovechamiento de su fruto se realiza desde hace siglos en las medianías del Sureste de Gran Canaria, cuyos habitantes vendían las aceitunas en fresco o preparadas con mojos y aprovechaban las sobrantes para elaborar aceite de oliva mediante molinos de piedras y prensas tradicionales. Hoy en día, la recuperación de esta actividad por parte de los olivicultores locales no solo contribuye a mantener las tradiciones y a generar actividad económica en el mundo rural. También ayuda a producir alimentos saludables, de proximidad y respetuosos con el medio ambiente.