Alumnado de 16 centros del municipio asistió a las dos funciones representadas por la compañía Bolina
Hay una gran expectación en la ciudad porque van a colocar en una plaza la estatua de una paloma que representa participación y la igualdad de los niños y las niñas. El locutor que hace el programa desde la calle le pregunta a la abuela Lita, que está esperando la guagua, qué piensa del acontecimiento. Así empieza la historia que la compañía de Teatro de Títeres Bolina representó este jueves en el teatro Víctor Jara. Sus butacas se llenaron en las dos funciones organizadas por el área de Igualdad del ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana dentro del programa de actividades por el 8 de marzo.
Los diferentes personajes van saliendo a lo largo de la función y hablan, bailan, cantan y animan al público a participar. Los niños y niñas corean las canciones con estrofas que transmiten valores cívicos: “En la ciudad se conduce con cuidado, porque hay gente de todos los tamaños”. La chiquillería también mueve las manos y las cabezas al ritmo de la música.
El alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Francisco García y la concejala de Igualdad Minerva Pérez, saludaron al público antes del inicio de las funciones. El primer edil pidió un aplauso “para ustedes, los alumnos y alumnas que han venido desde sus centros y se han sentado en las butacas para estar atentos a una obra de títeres donde van a ver lo importante que es defender la igualdad entre niños y niñas, entre hombres y mujeres”. La concejala destacó “la importancia de traer a los centros educativos estas actividades con motivo del 8 de marzo para que a la vez que disfrutan de una obra de títeres, aprenden los valores del compañerismo y de la igualdad entre niños y niñas”.
Al final la abuela Lita no pudo quedarse a ver cómo colocaban la estatua de la paloma porque llegó la guagua y tenía que comprar los ingredientes para hacer un potaje de verduras. Pero mientras esperaba a la guagua preguntó al público “¿qué ingredientes hacen falta para hacer un potaje de verduras?”. Y desde el público la chiquillería gritaba: “zanahoria, papas, tomate…”. La abuela Lita recordó a los niños y niñas la importancia de comer verduras para tener buena salud. Al final los personajes de la obra ‘Colorete’ se ganaron una gran ovación del alumnado que aprendió valores cívicos mientras se divertía con la historia del homenaje de la ciudad a los niños y niñas que participan y respetan la igualdad.