El candidato a la Alcaldía y portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento denuncia que el Consistorio lleve 14 meses sin abonar los servicios que presta la empresa privada que gestiona los Centros de Acogida Gánigo, Urban y El Lasso
Advierte de que el ‘modus operandi’ del Ayuntamiento con las empresas que le prestan servicios “las pone contra las cuerdas y las aboca a situaciones insostenibles, pudiendo verse obligadas a despedir a sus trabajadores”
Francis Candil: “El Ayuntamiento carga a la espalda de la empresa responsable de gestionar estos centros de baja exigencia el futuro de las personas más vulnerables de la ciudad, y además, no se compromete ni se responsabiliza de cumplir su cometido, que es abonar las facturas que debe para prestar un servicio de ayuda humanitaria”
El candidato a la Alcaldía y portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francis Candil, denuncia que el Consistorio lleva 14 meses sin pagar a la empresa que gestiona los tres centros de baja exigencia de la ciudad, es decir, aquellos que atienden a las personas sin hogar.
Ante esta situación, los trabajadores de los Centros de Acogida Gánigo, Urban y El Lasso llevan dos meses sin cobrar su nómina “porque el Ayuntamiento no paga y la empresa ya no puede asumir durante más tiempo el gasto que supone mantener a su plantilla, que trabaja para ayudar a las cientos de personas que no tienen recursos en esta ciudad”, afirmó Candil.
El nacionalista lamentó “que este sea el modus operandi del Ayuntamiento con muchos negocios que prestan servicios para el Consistorio; empresas que se ven obligadas a mantener los servicios a costa de su esfuerzo y el de sus trabajadores sin que la Administración Pública les pague ni en tiempo ni en forma”.
Además, añadió: “La nefasta gestión de este grupo de Gobierno aboca las empresas privadas a situaciones insostenibles, llegando incluso a verse obligadas a despedir a sus trabajadores por no poder asumir durante más tiempo su salario mensual mientras el Ayuntamiento sigue sin pagar”.
En este sentido, recordó que ya existe una gran parte del tejido productivo de la ciudad que no quiere trabajar para el Ayuntamiento, “porque no hay empresa que resista tantos meses sin cobrar: o cuentas con un músculo financiero muy fuerte, o es imposible sobrevivir si el cliente, que en este caso es la Administración Pública, no abona los servicios que contrata”.
